jueves, 25 de octubre de 2018

Sol séptima

Abriste los brazos
dejaste que la lluvia caiga
sonreíste a la tempestad
inocente, jugaste y bailaste.

Perversa y sensual
mostraste tus cicatrices
sabía que nos esperábamos
amé todas tus vidas.

Yo solo te miré en silencio
otro agosto ya atardeció
un surco en el cielo de nubes
un sol séptima, suave malbec.

Callé esas palabras malditas
me dejé llevar por tu constelación
huyendo de lógica y abriles
silencié ese vuelo, no te detuve.

Soñás lo que merecés
procuré rebelarme y combatir
ante lo que ya sabía de vos
sos libre y me resigno a tu alma.

Fuiste primavera y un adiós
luz vibrante que sacudió
un espejo, en medio de un amor
que murió antes de nacer.