Sequedad, no un manantial
te espero en el jardín prometido
a medias, ya se desliza el otoño
acaso sea todo un absurdo
sobre el umbral de una hoja amarilla
viendo golondrinas en la lejanía
el cielo se me vuelve aplastante
quimeras que no traspasaron mis días
las leo y solo tiemblo al escarbar
solo resta dormir estas letras
que el silencio acaricie los pliegues
hasta que tu sonrisa se vuelva extraña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario