Vino con el ocaso de otro día
esparciendo su perfume
vertiendo su sensualidad
iluminando cada resquicio
yo solo observaba callando
gustando cada ínfimo detalle
figurando sus ansias de amar.
Hoy ya la pienso lejana
llevó sus pinceles y su primavera
tal vez ya amaneció otro amor
yo quedé acá, entre esperas
y un límbico estado imaginativo
en donde evoco su efímera estadía
dormición en una plegaria.
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